Cualquier precaución es poca cuando hay mal tiempo
La humedad, la neblina, la lluvia, el viento, el granizo, entre otros, son condiciones que aumentan las probabilidades de tener algún accidente de tránsito al momento de conducir un vehículo. Cambios en el clima implican también cambios en las condiciones de las calles y de las carreteras. Por esto, es importante tener en cuenta algunos puntos y tener más precaución al momento de conducir, de acuerdo a las condiciones climáticas.
Si está lloviendo, ¡presta atención!:[1]
- Mantén las llantas de tu vehículo bien infladas y calibradas. Asegúrate de que no estén demasiado gastadas.
- Conduce a una velocidad moderada. Las primeras gotas mezcladas con el polvo y la suciedad del pavimento hacen que las calles se vuelvan muy resbalosas.
- Mantén una distancia prudente con los vehículos que tienes enfrente.
- Enciende las luces.
- Haz uso del desempañador y del limpiabrisas, ¡enciéndelos!
- Trata de esquivar los charcos. La mayoría de ellos, ocultan huecos grandes y peligrosos.
- Si te das cuenta que tu vehículo se está deslizando sobre el pavimento con agua, no frenes ni voltees el timón. Tampoco aceleres hasta que sientas que las llantas ya hayan hecho contacto con el pavimento.
- No conduzcas por donde hay inundaciones. Solo se necesitan 6 pulgadas para que el agua llegue a la parte inferior de la mayoría de los vehículos.
- Si hay una tormenta muy fuerte, no te acerques a los cables de electricidad, árboles u otros objetos que puedan caer sobre tu vehículo.
- Si hay truenos, permanece dentro de tu vehículo.
Si hay neblina, ¡presta atención!:
- Conduce con las luces bajas.
- Mantén una distancia prudente con los vehículos que tienes enfrente.
- Reduce la velocidad antes de llegar a la neblina.
- Enciende el desempañador y los limpiabrisas.
- Cuando hay neblina, se pierde visibilidad y también el ruido del entorno. Abre la ventana y escucha si hay tráfico que no puedes ver.
- No extiendas tu vista más de lo que puedes. Si no puedes frenar antes del punto más lejano que puedes ver en el pavimento, debes bajar la velocidad.
Aunque una buena póliza todo riesgo para tu vehículo es indispensable para protegerte en caso de accidentes, un poco de precaución te ayudará a llegar a tu destino de manera segura y evitar riesgos. Se trata de prever una conducción segura, usando todos nuestros sentidos durante nuestro desplazamiento, moderando la velocidad, de acuerdo a las circunstancias de la vía y a las condiciones climáticas, para reaccionar a tiempo en una carretera helada, con fuertes lluvias o neblina.
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[1] http://www.miallstate.com/recursos-de-seguro/como-conducir-cuando-hace-mal-tiempo.aspx